6 de diciembre
de 2013 -
El mundo entero gasta en educación, pero
Italia y México son la excepción. Este es
uno de los de datos que sobresalen del
último reporte de la OCDE-PISA sobre las
habilidades de los adolescentes de 65
nacionalidades, que —con el fin de
contextualizar el desempeño de los chicos—
ha proporcionado, además de las pruebas para
las materias individuales, cuestionarios
dirigidos a los estudiantes, a los padres y
a la escuela. El que se refiere a la
escuela, completado por el director de cada
institución, recopila información sobre su
estructura y organización, sobre los
estudiantes y los docentes, sobre los
recursos y la autonomía escolar, así como
sobre la enseñanza y el ambiente en las
aulas. Un primer hecho es claro: desde 2001
hasta 2012, el gasto por alumno se ha
incrementado en la mayoría de los países de
la OCDE, pero no en Italia y en México,
donde disminuyó en un 8%.
Cuadro
comparativo del cambio en el gasto promedio
por estudiante
y su reflejo en los resultados de los
exámenes de matemáticas.
OCDE, 2003-2012.
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alta definición.
Por sí solo, este dato —según los analistas
de la OCDE— no se traduce automáticamente en
niveles más bajos de habilidad: entre 2001 y
2010, Italia y Singapur gastaron
aproximadamente 85 mil dólares por alumno
entre los 6 y los 15 años, pero Italia
obtuvo 485 puntos en matemáticas, de acuerdo
con los resultados de la prueba Pisa 2012,
mientras que Singapur totalizó 573. Por otra
parte, Italia y Noruega tienen resultados
similares (485 y 489 puntos), pero niveles
muy diferentes de gasto (en Noruega
alrededor de 124 mil dólares, por encima del
promedio de la OCDE que es de 83,382
dólares). México, a pesar de no haber
invertido, obtuvo el mayor incremento
absoluto en el rendimiento en matemáticas, y
una fuerte mejoría se registró también en
Polonia, en donde, en cambio, el gasto
acumulado por estudiante se duplicó.
Según la OCDE, la correlación importante es
otra: en los países con un PIB per cápita
superior a los 20 mil dólares, se obtienen
mejores resultados en los sistemas en los
que los profesores reciben salarios más
altos. Más allá de un determinado umbral de
gasto (identificado en 50 mil dólares), la
diferencia depende de los recursos humanos,
más que de la infraestructura y de los
materiales. En general, el gasto por
estudiante en Italia está en línea con la
media de la OCDE (84,416 dólares para Italia
contra un promedio OCDE de 83,382), en un
contexto de un PIB per cápita de USD 32,110
comparado con un promedio OCDE de 33,732.
Este es el punto en el que los ministerios y
los sindicatos se encuentran más
distanciados. Los representantes sindicales
señalan que, en muchos países, los salarios
de los docentes no coinciden con los de
otros profesionales que requieren de
habilidades similares. En Italia, los
salarios de los maestros y profesores son
conocidos por ser entre los más bajos de
Europa. Por si no bastara, su nivel registró
una disminución del 1% entre 2000 y 2009,
mientras que en el resto de los países de la
OCDE se han registrado aumentos promedio del
7%.
En una reciente reunión internacional, el
“International Summit on the teaching
profession”, el Ministerio de la Educación
de Finlandia describió en forma un tanto
colorida la situación afirmando que «si
pagas cacahuates, obtendrás chimpancés». Por
cierto, en Finlandia (que se mantiene en
niveles muy altos en los resultados de las
pruebas), los maestros son reclutados entre
el 10% de los mejores graduados en el país.
Todos están de acuerdo en decir que para
equilibrar la cuestión de la oferta y la
demanda es necesario transformar a la
profesión docente en una ocupación
socialmente respetada, convirtiéndola en una
salida profesional más atractiva desde un
punto de vista tanto intelectual como
económico.
De los profesores italianos hay que destacar
el alto nivel de cualificación: el 90% de
ellos son titulados, frente a un promedio de
la OCDE del 85%. Además, el proceso de
capacitación profesional prevé un largo
período de formación, al final del cual se
presenta un examen. El sistema de
contratación de docentes en las escuelas
italianas ha sido fuertemente revisado en
los últimos dos años, generando
controversia, precisamente para empezar un
proceso de adaptación a las normas europeas.
También mejoró la relación entre número de
profesores y alumnos: en muchos casos,
Italia se encuentra por encima del promedio
de 13 alumnos por maestro, con grandes
beneficios para el rendimiento en el aula.
La OCDE es muy clara sobre este punto: un
sistema educativo no puede ser mejor que sus
docentes. Y para tener un personal docente
para enfrentar los retos, hay que contar con
elementos capacitados, reclutados sobre la
base de criterios estrictos y constantemente
sometidos a cursos de actualización (menos
del 30% de los profesores italianos de
matemáticas asistió a un programa de
actualización en los meses anteriores al
sondeo, según lo informado por los
administradores de las escuelas, frente a un
promedio de la OCDE del 39%). El sistema
tiene que proporcionar compensación y
reconocimientos adecuados, así como la
posibilidad de «invitar a aquellos que no
están a la altura» a cambiar de trabajo.
(corriere.it / puntodincontro.mx /
adaptación y traducción al español de
massimo
barzizza)
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