9
de diciembre
de 2013 -
Una
internacionalización más fuerte ha resultado
ser la clave para el éxito de muchas
empresas italianas en un momento de grandes
desafíos económicos.
En un entorno de negocios global donde los
riesgos son cada vez más volátiles y
fragmentados, la búsqueda de nuevas alianzas
y el reposicionamiento del mercado, más allá
de los horizontes de negocio más
tradicionales, se ha vuelto fundamental.
En este proceso, Italia vuelve a ver a
México con una renovada atención.
A
pesar de una serie de datos económicos que
señalan una desaceleración del crecimiento
económico en el tercer trimestre de 2013,
nuestro consenso en las perspectivas a
mediano y largo plazos para México es
positivo, en vista de un desempeño económico
sólido en la última década y una fuerte
demanda de Estados Unidos, expectativas de
un aumento en el gasto para el consumo
doméstico y más dinamismo de los sectores
manufacturero y de exportación.
En este contexto, México es cada vez más un
mercado de gran potencial para las
exportaciones de bienes italianos, que
alcanzaron 3.7 mil millones de euros en
2012, aumentando a un ritmo de más de cuatro
veces la tasa promedio (16%) para nuestras
ventas totales al exterior.
Los productos italianos de alta tecnología
fabricados a la medida están contribuyendo
significativamente al contenido de valor
agregado de los productos mexicanos, como lo
confirma la enorme importancia —en ventas de
Italia al país— de la ingeniería de
maquinaria, metales y productos químicos.
La participación de mercado italiana en la
ingeniería mecánica es superior a 4%,
situando a Italia entre los cinco
principales proveedores. Un gran número de
sectores adicionales también ofrecen grandes
oportunidades, como el de alimentos para
consumo y agropecuarios, donde la alta
calidad de los productos italianos es
conocida en todo el mundo, tanto por las
grandes empresas y Pyme altamente
especializadas.
Con base en los pronósticos de SACE, se
prevé que las exportaciones italianas a
México aumenten en 7% por año en promedio
durante los próximos cuatro años. Se espera
un crecimiento de dos dígitos en los
sectores de equipos agrícolas, alimentos y
transportación.
El sector energía de México también será una
fuente principal de demanda, particularmente
para las empresas con conocimientos técnicos
específicos para la explotación de
yacimientos profundos y el desarrollo de
energías renovables (hidroeléctrica y
eólica).
Las alianzas duraderas y de beneficio mutuo
ya no pueden lograrse sólo a través de las
exportaciones, especialmente en el contexto
de un cambio dramático en la división
internacional del trabajo y, posteriormente,
del comercio global.
Los grandes consorcios italianos de hecho
han aumentado su inversión directa en México
en los últimos tres años con el fin de
ampliar sus instalaciones de producción
locales.
Las principales subsidiarias de las empresas
italianas en México suman más de 300, y
emplean a casi 30 mil personas con una
facturación total superior a los 10 mil
millones de euros.
Sin embargo, México no es sólo una
plataforma estratégica para Italia, en
particular para la producción de vehículos
de motor y componentes automotrices, sino
también un mercado final importante por sí
mismo.
(raoul ascari / el
universal / puntodincontro.mx /
adaptación y traducción al italiano de
massimo
barzizza)
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