Quel maledetto
2 dicembre del '43

Il bombardamento del porto di Bari.

 

2 dicembre 2010. - Oggi ricorre l’anniversario di un avvenimento storico mai descritto in alcun testo scolastico e dimenticato dalla gran parte dei cittadini italiani, ma sopratutto baresi: Il bombardamento del porto di Bari rappresenta uno tra i più importanti avvenimenti storici del 2° conflitto mondiale perché causò agli Alleati il più grande disastro navale dopo quello di Pearl Harbor avvenuto nelle Hawaii il 7 dicembre del 1941.

Più di 17, infatti, furono le navi completamente distrutte dai bombardieri della Luftwaffe tedesca, ed altre 8 furono seriamente danneggiate.

Per molto tempo questa importante parte di storia è stata ignorata e tenuta nascosta dal segreto di stato, forse perché, a detta di alcuni storici, gli Alleati non volevano che si sapesse che anche loro, durante il secondo conflitto mondiale, ricorsero all’uso di armi chimiche, severamente vietate dalle Convenzioni di Ginevra del 1925.

Infatti il primo ministro inglese Winston Churchill, dopo il bombardamento, diramò un comunicato in cui ordinava di mantenere il massimo riserbo circa la presenza delle bombe all’iprite nelle stive delle navi alleate, tant’è che ancora oggi (e sino al 2018) è vietato accedere agli archivi militari inglesi.

In quella notte del 2 dicembre del ’43, 105 aerei tedeschi Ju-88 della Luftwaffe bombardarono il porto di Bari, distruggendo 17 navi alleate, danneggiandone seriamente altre 8 e causando la morte di più di mille persone tra civili e militari.

Ma la deflagrazione maggiore si ebbe quando la nave John Arvey, diventata ormai una massa di fuoco, esplose scaraventando contro la banchina quei pochi sopravvissuti che, caduti in mare, cercavano invano di raggiungere la riva a bordo di scialuppe di salvataggio.

La questione più drammatica fu che a bordo di questa nave, oltre al capitano e all’equipaggio, erano presenti alcuni militari chimici, tutti purtroppo deceduti, che erano gli unici a conoscenza di quel pericoloso carico di bombe, custodito nelle stive. Il loro intervento, se fossero sopravvissuti, sarebbe stato fondamentale per mettere in allarme gli ospedali ed i medici che, ignari della contaminazione da iprite di cui erano affetti i pochi sopravvissuti al bombardamento, vedevano morire, giorno dopo giorno, questi pazienti, senza rendersi conto del perché.

Purtroppo la storia del bombardamento di Bari, da quel triste dicembre del 1943 fino ai giorni nostri, continua ad essere ancora viva e presente tra la “gente di mare”, e non solo ... Questo perché gli Alleati quando lasciarono il porto, non potendo trasportare tutto quel carico di tonnellate di armi chimiche inesplose e di navi semi affondate, lo abbandonarono nel mare a circa 6 miglia dalla costa.

Nonostante i tentativi di bonifica dai residuati bellici, questi ancora oggi giacciono a largo delle nostre coste causando seri danni sia agli uomini di mare che alla flora marina.

 

(primehermes)

 

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Hoy se conmemora el aniversario de un acontecimiento histórico nunca descrito en los libros de texto y olvidado por la mayoría de los ciudadanos italianos, pero sobre todo por los habitantes de Bari: el bombardeo del puerto de esta ciudad es uno de los acontecimientos históricos más importantes de la 2ª Guerra Mundial debido a que dio lugar al mayor desastre naval de las fuerzas aliadas después de lo ocurrido en Pearl Harbor, Hawaii, el 7 de diciembre de 1941.

Más de 17, de hecho, fueron los barcos destruidos totalmente por bombarderos de la Luftwaffe alemana, y otros 8 resultaron seriamente dañadas.

Desde hace mucho tiempo esta parte importante de la historia ha sido ignorada y encubierta por el secreto de estado, tal vez porque, según algunos historiadores, los aliados no querían que se supiera que ellos, también, durante la Segunda Guerra Mundial, recurrieron al uso de las armas químicas, estrictamente prohibidas por las Convenciones de Ginebra de 1925.

De hecho, el primer ministro británico Winston Churchill, después del ataque, emitió una declaración en la que ordenó a mantener estricta confidencialidad sobre la presencia de bombas de gas mostaza en los buques, tan es así que incluso hoy en día (y hasta el 2018) está prohibido el acceso a los archivos militares en Inglaterra.

En la noche del 2 de diciembre del '43, 105 aviones alemanes Ju-88 de la Luftwaffe bombardearon el puerto de Bari, destruyendo 17 barcos aliados, dañando seriamente a otros ocho, y causando la muerte de más de un millar de personas, entre civiles y militares.

Pero la explosión más grande se produjo cuando el buque John Arvey, convertido en una masa de fuego, estalló arrojando contra el muelle los pocos sobrevivientes que, después de haberse aventado al mar, trataban en vano de alcanzar la orilla a bordo de los botes salvavidas.

El hecho más dramático fue que a bordo de este buque, además del capitán y de la tripulación, había algunos militares especializados en disciplinas químicas, por desgracia todos fallecidos, que eran los únicos que tenían conocimiento de la peligrosa carga custodiada en las bodegas. Su intervención, si hubiesen sobrevivido, habría sido determinante para alertar a los hospitales y a los médicos que, desconociendo la contaminación por gas mostaza a la que habían sido expuestos los pocos sobrevivientes, los veían morir, día tras día, sin poder entender por qué.

Por desgracia, la historia del bombardeo de Bari, desde ese triste diciembre de 1943 hasta el día
de hoy, sigue viva y presente entre la "gente de mar", y no solamente ... Esto se debe a que los aliados, cuando dejaron el puerto, al no poder transportar la carga de toneladas de armas químicas y barcos semihundidos, los abandonaron mar adentro aproximadamente a 6 millas.

A pesar de los intentos de limpieza de estos restos, todavía se encuentran frente a nuestras costas, causando graves daños tanto a los seres humanos como a la flora y fauna marina de la región.

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