Google+

 

bullet

Leggi questo articolo in italiano.

 

15 de mayo de 2014 - Italia y México se encuentran en el momento «más alto» de la relación bilateral, con un potencial que puede duplicar la presencia en inversiones de esa nación europea, así como el intercambio comercial, aseguró el presidente de la Cámara de Comercio de Italia en México, Alberico Peyron.

Mencionó que la presencia italiana en México aumenta y «si dejáramos que trabajara sola» crecería entre 50 o 60% en los próximos años, pero podría duplicarse por el interés que despertó en ese país la reforma energética y el Plan Nacional de Infraestructura.

En entrevista con Notimex, Peyron reiteró que en su país llama mucho la atención de los inversionistas lo relativo a la reforma energética porque «nosotros no tenemos petróleo, pero sí tenemos la industria petrolera».

«Curiosamente, Italia es un país transformador. Como no tenemos materia prima (petróleo), hemos aprendido a transformarla. Entonces hay un sector de proveeduría para la industria petrolera muy desarrollado y ellos están mirando con mucho interés de venir a trabajar a México», insistió.

Dentro de la reforma energética, expuso que también llama la atención en Italia lo relacionado a las energías renovables, «que es un sector en el que Italia es altamente competitivo».

En su despacho ubicado en la zona de Polanco, apuntó que, adicionalmente, existe interés ante el anuncio del Ejecutivo federal referente a las inversiones que se realizarán en infraestructura, porque «tenemos empresas de infraestructura que trabajan en todo el mundo».

El presidente de la Cámara de Comercio Italiana en México indicó que en la actualidad, el intercambio comercial entre ambos países asciende a 5,000 millones de dólares anuales, dentro de los cuales «la parte del león» se la lleva ese país europeo.

Apuntó que de esa cifra, Italia vende a México más de 4,000 millones de dólares, principalmente en maquinaria industrial, bienes intermedios, productos químicos y derivados del petróleo, además de que hay una parte que está dedicada a bienes de consumo.

«Lo que Italia le vende a México no es lo que uno pudiera pensar: ropa, muebles, quesos, vino, eso es la menor parte; la parte más importante corresponde a tecnologías para los sistemas productivos, o sea maquinaria industrial», comentó, al tiempo de señalar que un componente importante en ello son los autos producidos por Fiat.

Sostuvo que México, a su vez, exporta, casi únicamente, trigo duro producido en Baja California, que «es quizá el mejor del mundo», y prácticamente toda la producción se va a Italia, porque es el producto que se utiliza para hacer pasta «y entonces podemos decir que los italianos en su mesa cada día comen pasta que se hace con trigo mexicano».

Reconoció que en esas condiciones, los intercambios comerciales están «muy desbalanceados» a favor de Italia «y claramente es una de las asignaturas pendientes de reequilibrar mejor esa relación comercial», pues México sólo exporta a esa nación unos 600 millones de dólares.

Aseguró que su país es un buen lugar para invertir en este momento, pues «lamentablemente a raíz de la crisis hay muchas oportunidades para quien hoy en día tiene capitales», lo cual se refleja en que hay compañías extranjeras que han comprado a las italianas, como en el sector de la moda y el lujo.

Hizo notar que, como ejemplo, se encuentra que la empresa Ducati (dedicada principalmente a la fabricación de motocicletas) fue comprada por la automotriz alemana Audi, «y así de la misma manera hay oportunidades para comprar empresas de tecnología».

Finalmente, sostuvo que el sector industrial mexicano que quiera hacerse de tecnología para su empresa, en Italia tiene «excelentes oportunidades», al igual que el turístico, pues existen grupos hoteleros en México que pudieran adquirir hoteles en locaciones muy importantes de Italia y así ampliar su abanico.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
bullet Haz clic aquí para leer los demás artículos de la sección «Italia en México».

 

(el economista / notimex / puntodincontro.mx / adaptación y traducción al italiano de massimo barzizza y alejandra de buen)