28
de febrero de 2014 -
El embajador de Italia en México, Alessandro
Busacca, señaló que las compañías italianas
con inversiones en este país latinoamericano
están comprometidas con la responsabilidad
social hacia las comunidades donde deciden
ubicar sus capitales dado que valoran la
población y el territorio donde invierten.
«Se
trata de empresas capaces de integrarse
perfectamente al tejido económico, social,
cultural y ambiental del lugar donde se
ubican, con el fin de asegurar las mejores
condiciones de trabajo y de respeto al medio
ambiente»,
comentó.
En el marco de la presentación del cuarto
informe de Responsabilidad Social
Corporativa (RSC) del Grupo Ferrero, Busacca
agregó que la comunidad empresarial italiana
que hoy se encuentra en México analiza
actualmente diversas oportunidades
adicionales de inversión.
La cuarta edición del informe de Ferrero
—con el evocador título “Compartir valores
para crear valor”— se basa en los parámetros
de la Organización GRI (Global Reporting
Initiative), que ha otorgado al Grupo el más
alto nivel de certificación, correspondiente
a la letra A+. Este reporte incluye los
“Diez principios” del Global Compact de las
Naciones Unidas (UNGC), así como las
“directrices OCSE para las Empresas
Multinacionales”. La auditoría externa de
esta iniciativa fue realizada por Deloitte.
El 18 de junio de 2013, Ferrero inauguró su
primera planta en México, la número 20 en el
mundo. La ex Secretaria de Relaciones
Exteriores, Rosario Green —presidente
honorario en este país latinoamericano del
gigante de la industria dulcera italiana—
explicó que se invirtieron aproximadamente
200 millones de dólares para cuatro líneas
de productos: Kinder Sorpresa, Kinder
Chocolate, Nutella y Kinder Delice. La
planta, que genera 500 puestos de trabajo,
tiene una capacidad anual de 35 mil
toneladas, destinadas en un 40% al mercado
de los Estados Unidos y en 60% al mercado
nacional y de América Central.