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22 de enero de 2014 - En el CERN, en Ginebra, se ha producido el primer rayo de antimateria. El resultado, publicado en la revista Nature Communications, es la primera herramienta práctica para estudiar las propiedades de la materia “espejo” en el que las partículas tienen la misma masa pero carga eléctrica opuesta a la materia ordinaria. «A nuestro alrededor sólo vemos materia, pero nunca hemos logrado encontrar ni siquiera un anti-átomo: a dónde se haya ido la antimateria es un misterio», dijo Luca Venturelli, del Instituto Nacional de Física Nuclear (INFN) de Brescia y de la Universidad de Brescia, quien coordina el grupo italiano del proyecto ASACUSA (Atomic Spectroscopy And Collisions Using Slow Antiprotons). En el experimento participan también el Prof. Evandro Lodi Rizzini y el Dr. Nicola Zurlo, del Departamento de Ingeniería de la Información, además del Dr. Leali y el Dr. Marco Valerio Mascagna, del mismo departamento.

Una posible respuesta podría venir ahora precisamente del experimento ASACUSA. La capacidad de observar por primera vez desde tan cerca a la antimateria podría ayudar a explicar por qué, si en el momento del Big Bang materia y la antimateria se produjeron en cantidades iguales, hoy vivimos en un mundo constituido aparentemente de pura materia, y no queda nada de la antimateria. Esta disparidad, a la que los físicos llaman asimetría, es un verdadero enigma. En una especie de tubo de tres metros y medio de largo, los rayos de antimateria fueron producidos y después bloqueados.

De esta manera, los investigadores fueron capaces de identificar 80 átomos de anti-hidrógeno. La dificultad está en mantener totalmente separada la materia de la antimateria, ya que estas se anularían entre sí en una gigantesca explosión. Mientras que hoy el siguiente paso de esta investigación se limita a conseguir paquetes de antipartículas cada vez más ricos y estables, para el futuro estas actividades tienen facetas que se acercan a la ciencia ficción.

La antimateria, de hecho, podría convertirse en una enorme fuente de energía y podría ser la base para los sistemas de propulsión del futuro, como los motores de la nave espacial interplanetaria de la serie Star Trek. «El siguiente paso —dijo el prof. Venturelli— será optimizar las características del rayo para realizar mediciones muy precisas de los niveles de energía del anti-hidrógeno usando radiación de microondas. A partir de la comparación con los valores ya conocidos del hidrógeno será posible probar la simetría entre materia y antimateria, lo que ayudará a tratar de explicar uno de los grandes misterios de la naturaleza: la prevalencia de la materia sobre la antimateria en el universo conocido».

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(corriere.it / puntodincontro.mx / adaptación y traducción al español de massimo barzizza)