26 de enero de 2014 -
Un equipo internacional de investigadores,
entre los cuales se encuentra un grupo de
científicos de la Universidad de California,
secuenció el genoma del chile serrano. La
nueva información obtenida arroja luz sobre
los aspectos biológicos que ofrecen a esta
variedad su famoso y único sello distintivo,
el sabor picante, además de proporcionar
detalles sobre los mecanismos de maduración
y resistencia a las enfermedades.
Se trata de datos que podrán ser utilizados
en el futuro para mejorar la eficiencia de
los cultivos y las propiedades nutricionales
y medicinales de esta planta, cuya
producción anual mundial se ha multiplicado
por más de cuarenta veces en las últimas dos
décadas y hoy excede los 14.4 mil millones
de dólares.
Algunos puntos destacados de la
secuenciación ya fueron publicados en forma
preliminar en la revista Nature Genetics.
Los investigadores secuenciaron una variedad
"domesticada" de este chile proveniente del
estado mexicano de Morelos. La variedad,
conocida como Criollo de Morelos 334 (CM-334),
presenta altos niveles de resistencia a la
enfermedad y ha sido ampliamente utilizada
en la investigación científica y en la
agricultura.
El trabajo reveló que los bloques de genes
aparecen casi en su totalidad en las mismas
localizaciones cromosómicas de los parientes
más cercanos del chile serrano, como el
jitomate, otro producto que se originó en
México. El genoma del chile, sin embargo,
resultó ser 3.5 veces mayor que el genoma
del jitomate. La secuenciación también
proporcionó datos que sugieren que lo
picante del chile haya surgido a través del
desarrollo de nuevos genes, así como de la
duplicación de genes existentes debida a
cambios en la expresión génica después de
que la planta evolucionó hasta convertirse
en una especie separada
(repubblica.it /
puntodincontro.mx / adaptación y traducción
al español de
massimo barzizza)
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