16 de febrero de 2015
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“Pellegrino Artusi y la unidad italiana en
la cocina” es el título de una exposición
que el Instituto Italiano de Cultura de la
Ciudad de México inaugurará en su sede de
Coyoacán el próximo 20 de febrero a las 5 pm.
La entrada será libre. El evento, que se
lleva a cabo en el marco del “Año de Italia
en América Latina”, contará con la
colaboración del Centro Casa Artusi y de la
Región Emilia-Romaña.
Será una celebración de la contribución a la
construcción de la cultura nacional que el
escritor, gastrónomo y crítico literario
impulsó con su famoso libro de cocina
durante el periodo 1891-1911.
Después de la ceremonia de apertura, Laila
Tentoni ofrecerá una charla sobre el autor,
considerado el padre de la cocina italiana,
durante la cual ilustrará también algunas
características de Casa Artusi, un centro de
cultura dedicado al arte culinario doméstico
del país de la bota.
En consonancia con el tema de la Expo Milán
2015 —la alimentación y la nutrición— el
programa continuará con un taller sobre las
sopas artusianas, impartido por una chef
entrenada en la Casa Artusi de Forlimpopoli,
que enseñará a los asistentes cómo hacer
pasta fresca con huevo, amasándola a mano y
estirándola con rodillo. También se
ofrecerán al público en degustación algunos
productos típicos de la tradición
gastronómica de Emilia-Romaña.
Historia de un manual
Pellegrino Artusi nació en Forlimpopoli —a 8
kilómetros de Forlì— en 1820 y se trasladó
con su familia a Florencia en 1851. En esta
ciudad de la Toscana el comerciante de
Emilia-Romagna se dedicó durante muchos años
a redactar libro de recetas que lo hizo
famoso: “La ciencia en la cocina y el arte
del buen comer”. Leyendo su contenido
resulta evidente que la cocina artusiana no
es una evocación nostálgica del pasado, sino
una prometedora mirada hacia el futuro, como
lo demuestra el hecho de que, aunque en el
siglo XIX los espaguetis no eran conocidos
en todo el territorio nacional, en el manual
son protagonistas de varias recetas. Artusi
los menciona antes de que se convirtiesen en
uno de los pilares de la cocina italiana,
quizás acelerando este proceso, al igual que
con los risottos o la receta número 766 del
helado de plátano (una fruta, en esa época,
muy poco conocida).
Artusi incluyó
en su libro recetas de platillos que aún no
se consideraban típicos de la cocina
italiana, como —por ejemplo— el risotto.
La primera edición del libro se publicó en
1891 y fue financiada por su autor, al igual
que todas las ediciones siguientes hasta
1911, año de la muerte de Artusi. Los
recetarios fueron vendidos por
correspondencia desde Florencia y entraron
de inmediato a los hogares de muchas
familias italianas. La innovación radicó en
que las impresiones posteriores a la inicial
fueron construidas con las recetas que las
amas de casa enviaban por correo al autor.
Es por este motivo que el número de recetas
en la edición definitiva de 1909 es de 790,
mientras que la primera publicación de 1891
sólo incluía 475.
(massimo barzizza
/ puntodincontro.mx)
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