30 de noviembre de 2018
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En
Italia, ascienden a 673 millones de euros las
sumas depositadas o invertidas que no han
registrado movimientos desde hace al menos 20
años. Este monto empezará a prescribir a partir
de noviembre de 2018.
En
otras palabras, los titulares y herederos
legítimos deberán renunciar a las cuentas
corrientes, de ahorro, depósitos en efectivo,
acciones, bonos, fondos de inversión y giros
bancarios que no hayan sido cobrados y que
durante 20 años hayan permanecidos inactivos. La
prescripción iniciará en noviembre, cuando
comiencen a expirar los plazos para la
recaudación de las sumas relacionadas con las
primeras “cuentas durmientes” que fueron
transferidas al Fondo Rapporti Dormienti
en noviembre de 2008.