21
de
septiembre de 2013 -
Según un
informe de la empresa Agici, entre los
nuevos mercados más atractivos para invertir
en energías renovables, resalta México. En
el país existen —de acuerdo con el informe
“Oportunidades de crecimiento en
México. El mercado de energías renovables”— los
ingredientes esenciales para el desarrollo
del sector.
Aún siendo la treceava economía mundial, el
país sigue basándose fundamentalmente en el
petróleo —fuente de más del 50% de la
energía local—, pero desde hace tiempo ha
empezado a diversificar su mix energético.
La preocupación por la disminución de las
reservas de crudo —concentradas en pocas
áreas— son un impulso en este sentido,
además de las grandes inversiones que el
Estado tendría que llevar a cabo para
devolver los niveles de eficiencia del
pasado a las instalaciones petroleras.
El mercado de la electricidad registra un
crecimiento muy interesante: en términos de
volúmenes, de hecho, este sector ha crecido
18% desde 2008, mientras que los ingresos
por ventas energía eléctrica aumentaron 12%
durante los últimos diez años y en 2011 ya
se habían superado los niveles anteriores a
la crisis económica.
«Con los niveles de crecimiento de la
economía mexicana y el porcentaje aún bajo
de consumo residencial e industrial, sólo se
puede esperar una mejora de esta tendencia»,
dijo al sitio
qualenergia.it Marco Carta, autor —junto
con Andrea Gilardoni y Vittorio Robello— del
informe publicado recientemente por Agici.
No es casualidad, entonces, que a este país
están llegando inversiones extranjeras en
energía convencional: la empresa española
Iberdrola ha instalado plantas de energía
térmica por más de 5 GW en los últimos diez
años, mientras que EDF tiene una potencia
instalada en el territorio superior a los 2
GW, aunque el mercado es aún más interesante
para aquellos que operan en el campo de la
energía renovable.
Las fuentes limpias contribuyen actualmente
sólo en un 5% al total de la electricidad
producida en México, pero se enfrentan a un
escenario de fuerte crecimiento. El año
pasado, de hecho, se aprobó una de las leyes
más ambiciosas en favor de la lucha contra
el cambio climático en el mundo. El nuevo
ordenamiento tiene dos objetivos
específicos: lograr una producción a partir
de fuentes renovables igual al 35% del total
a más tardar en el año 2024 y la reducción
del 30% en las emisiones de dióxido de
carbono para el año 2020 en comparación con
un escenario inercial. El presidente Enrique
Peña Nieto, para lograr estos objetivos,
pretende ampliar significativamente la
participación de inversionistas extranjeros
en el sector eléctrico.
Si bien la ley no prevé incentivos o tarifas
comparables con los utilizados para promover
el desarrollo de las energías renovables en
Europa, según los funcionarios de Agici el
sector tiene algunos aspectos únicos que
hacen de este un mercado muy atractivo. El
punto de partida es, sin duda, los grandes
recursos naturales aún no utilizados: se
estima un potencial eólico de unos 50 GW (la
capacidad instalada a finales de 2012 es
algo menos de 1.5 GW, mientras que el
objetivo del gobierno es de 12 GW) y un
potencial de energía solar de 45 GW (la
capacidad instalada actual es de unos
treinta MW y se pretende llegar a los 7 GW).
México cuenta con excelentes recursos
eólicos, ideales para la construcción de
grandes parques. La diferencia de
temperatura entre el Golfo de México y el
Océano Pacífico crea en la región de Oaxaca
uno de los túneles de viento más intensos y
constantes en el planeta. En esta región hay
zonas con una velocidad promedio anual del
viento superior a los diez metros por
segundo y se calcula para las instalaciones
existentes un factor de ocupación promedio
de más de 2500 horas. La tasa de crecimiento
de la capacidad de energía eólica instalada
en 2012 fue incluso superior al 100%.
(lastampa.it
/ tmnews
/ adaptación y
traducción al español de
massimo barzizza)
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