12 de octubre de 2014 - Llegaron el otro día
a Lerma de Ovada, en Piamonte,
representantes del homónimo municipio
mexiquense —la antigua aldea prehispánica de
Cacamilhuacan— para un hermanamiento basado
en el nombre en común.
Los recibió Bruno Aloisio, alcalde de la Lerma italiana,
acompañado por más de 100 personas, entre
ellas muchos niños, que agitaban el lábaro
tricolor (otro rasgo en común) del país
latinoamericano con el águila al centro.
Los dos centros urbanas tienen pocas
afinidades: Lerma en la zona metropolitana
de Toluca, a unos 60 kilómetros de la Ciudad
de México, tiene una población de más de 130
mil habitantes y está inmersa en un área
económicamente muy desarrollada. La aldea
piamontesa de la provincia de Alessandria,
en cambio, cuenta con aproximadamente 900
residentes y la agricultura —en particular
los viñedos— está a la base de su economía,
que produce principalmente vinos como el
conocido Dolcetto d'Ovada y el Cortese del
Alto Monferrato.
Lerma d'Ovada,
Italia.
Al frente de la delegación del ayuntamiento
del Estado de México estuvo el alcalde Eric
Sevilla Montes De Oca que, junto con su
colega italiano, firmó en el centro de usos
múltiples La Lea una carta de intención para
el hermanamiento.
«Empezamos a trabajar en este proyecto hace
un año» —explicó Aloisio— «pero los
procedimientos para la celebración de un
hermanamiento son largos: antes que nada se
necesita el visto bueno desde Roma y luego
la aprobación del cabildo. Aprovechando el
viaje a Italia de la delegación mexicana,
decidimos firmar una carta de intención,
para luego continuar con los trámites».
La
iniciativa, que se prevé será formalizada en
2015, incluye el establecimiento de una red
de intercambio cultural y de servicios, con
ventajas de económicas y financieras para
ambos municipios.
La iglesia del
municipio de Lerma en el Estado de México.
(massimo barzizza / puntodincontro.mx)
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