14 de junio de 2015
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Asientos marca Poltrona Frau en clase de
negocios, Wi Fi a bordo para todos y
“embajadores culturales” que saben hablar
chino en los vuelos a Shanghai y Pekín son
algunas de las novedades anunciadas por
Alitalia, que presentó hace unos días el
nuevo diseño exterior para sus aviones en un
hangar del aeropuerto de Fiumicino en Roma.
Estuvo presente toda la plana mayor de la
compañía: el presidente Luca Cordero di Montezemolo, el vicepresidente (y director
ejecutivo de Etihad) James Hogan, el
Director General Silvano Cassano,
presentados y moderados por la periodista de
Sky Ilaria D'Amico.
La principal innovación
en la forma de “vestir” los aviones es la
desaparición de la franja verde del
fuselaje, con una gran “A” tricolor en el
timón (también sometida a restyling con
líneas transversales que se desvanecen hacia
la cola del avión «para crear la sensación
de movimiento, velocidad y progreso sin
obstáculos») que destaca mucho más que antes
por el contraste con el resto que es
completamente blanco-marfil brillante
«representativo —explica la compañía— de la
sobriedad del estilo italiano».
También el interior de los nuevos aviones
(el primero en muestra fue un Airbus 330)
presenta novedades, entre las cuales destaca
el sillón Frau en piel exclusivo de la clase
“Magnifica”, la clase de negocios para los
destinos intercontinentales, nacida como
intermedia entre Business y Primera. Y no es
todo. Alitalia utilizará el lujo de las más
prestigiosas marcas italianas para la
business class de sus nuevas aeronaves:
además de los asientos Frau y de las sábanas
Frette, habrá porcelana de Richard Ginori y
productos cosméticos de Ferragamo.
Pero más allá de los aspectos estéticos y
funcionales, el mensaje que llegó claramente
desde la dirección de Alitalia es una
renovación completa de la compañía italiana
de bandera, a partir de las estrategias
comerciales, que se centrarán en vuelos de
larga distancia mucho más que en las
administraciones anteriores. Beijing y Seúl
(este vuelo fue inaugurado el pasado 4 de
junio) encabezan la lista, que incluye
también nuevas conexiones directas a la
Ciudad de México y San Francisco: estas
rutas marcarán el futuro inmediato de
Alitalia y por eso llegarán seis nuevos
aviones —Aibus 330 y Boeing 777— en los
próximos tres años.
Mientras tanto, la
compañía envía señales de crecimiento
también en el campo de las relaciones
laborales. «Hemos firmado un acuerdo
—explica Silvano Cassano— para recontratar a
310 personas, gracias a un aumento de la
flexibilidad laboral en los horarios
nocturnos y en los fines de semana».
La estrategia prevé que Alitalia vuelva a
ser la de su época dorada: una embajadora de
la imagen del país de la bota, para llevar a
los italianos a todo el mundo, pero también
para transportar a los ciudadanos del resto
del planeta a Italia, centrándose en el
servicio a los turistas (grandes vinos,
alimentos seleccionados y productos de alta
calidad).
Por supuesto, todo en condiciones
de mercado, sin repetir los errores
cometidos en el pasado, cuando la política
se mezcló con las actividades de la
aerolínea. En este punto el Vicepresidente Hogan fue categórico: «No le pedimos dinero
a nadie, y no regalamos nada a nadie».
Podría ser esta frase —repetida varias veces
durante la conferencia de prensa— el lema de
la nueva Alitalia.